Editorial.- El Sindicato de Trabajadores al Servicio del Ayuntamiento de Culiacán, es sin duda uno de los más fuertes en Sinaloa, su contrato colectivo establece, jornadas de seis horas, con varios días económicos al año, aguinaldo de más de 30 días, apoyos educativos, deportivos y un sinfín de prestaciones que cualquier otro trabajador del sector privado e incluso del público quisieran.
Durante años su relación con el PRI, lo volvió un sindicato bajo control, con liderazgos longevos, donde los grupos de oposición eran muy pequeños y no pasaban de grillas baratas.
Los 3 últimos liderazgos, han sido el de Salvador Flores Acosta, quien ocupo la Secretaria General más de 3 veces, el de Sergio Torres Félix que si bien solo estuvo un periodo fue su plataforma de despegue para una prolífica carrera política, y Héctor David Alarid, quien también prolongó su reinado 9 años consecutivos.
Sin embargo, algo se rompió con Alarid, quien se hecho encima a casi todos los ex líderes, quienes transitaron juntos para quitarle el sindicato en el año 2017, fracasaron, pero desde entonces, la vida política del STASAC es un polvorín.
Sin un papá PRI que ponga orden, y con liderazgos débiles, los grupos de poder se han pulverizado y los aliados de un día, son enemigos al siguiente. De 2017 a 2020, al Güero Alarid se le sumaron varios de sus opositores, pero también se le rompió su núcleo político.
Quién encabezó la desbandada fue Julio Duarte, quién sumó a los viejos liderazgos del STASAC, para lograr una victoria en 2020, que frustraría un cuarto periodo consecutivo de Héctor David, en uno de los episodios más vergonzosos de la política sindical en donde hubo agresiones de todo tipo.
Hoy Julio Duarte, busca repetir la fórmula de sus antecesores, cocina una reelección, ha impulsado una reforma a los estatutos que descarrila a la mayoría de los aspirantes a sucederlo. La pregunta es si logrará su objetivo o los que se oponen a su continuidad que en su momento lo apoyaron cuando ganó, logran arrebatarle la secretaría general.
Duarte cuenta con el respaldo de Salvador Flores Acosta, mientras que Sergio Torres aún no se ve definido, y Alarid seguramente buscará la revancha, ya sea personalmente apoyando a un tercero. Varios personajes han levantado la mano, pero la figura más mediática hasta hoy es Fito Irizar, sobrino del Ex Senador Aarón Irizar López.
Cada tres años las elecciones por la Secretaría General son más cerradas e incluso violentas, la dinámica de grupos es incierta, y no hay un factor externo como antes que marque líneas claras a los sindicalizados, Morena no tiene peso, ni control en el STASAC.
La pregunta es si Julio Duarte entrará al selecto grupo de los Caciques sindicales o si tendrá un debut y despedida que marque el inicio de una época de alternancia de grupos en el STASAC, la respuesta se tendrá hasta principios de 2023, pero la guerra por el poder ya comenzó.
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